Escritor, cineasta, actor, director, formador

El Ajuste

por Sergio Mercurio

por Sergio Mercurio

1. En las películas norteamericanas suele haber, de vez en cuando, un ajuste de cuentas. Se le llama ajuste pero es venganza. Una Revancha. Y es un culto. Los vengativos devuelven con creces lo que, teóricamente, han recibido. Deténganse un minuto. ¿Devuelven lo mismo? Para los yanquis, el ajustador es alguien que vivió un sufrimiento, generalmente la muerte de una novia perfecta, siempre hay imágenes con ella riendo. Nunca lavando la ropa. Hay una selfie y se nota que la puso en todas las redes sociales y todos lo envidian, porque es linda y se ríe. El vengativo entonces, que era un buen tipo, de traje, que trabajaba en un edificio de vidrios, va en busca del raro que acabó con su felicidad, aprende a manejar un arma y luego de varios sucesos, encuentra al mal o y lo mata recomponiendo así su existencia. Ese es el ajuste de cuentas que propone la cultura dominante. Hay que matar al que me hace mal. Nunca se propone que sienta lo mismo, mucho menos que entienda. En una clase a la que asistí, Arriaga, el escritor mexicano de “Amores Perros” y de “El salvaje”, cuenta que se cruzó en un ascensor con Tarantino y le endilgó que en sus films, el yanqui demuestra igual que toda su cultura que no tiene ni idea de la consecuencia de una muerte. De apenas una. Tarantino, no sabemos si escuchó algo. En sus películas sigue muriendo gente sin que pase nada nás que chorrear sangre. No hay consecuencia a la muerte de otros. Los muertos que matan los yanquis no tienen hijos, amantes, padres, amigos. Los yanquis no tienen idea de todo lo que producen con su pasión por matar a los otros.  Son una máquina de producir guerras que podrían haberse evitado. La paradoja es que su presidente puede ganar un premio Nobel de la paz, haciéndolas.

No me voy a cansar de hablar de los yanquis. Me cuesta no nombrar lo que veo. Soy la descendencia directa del niño que vio desnudo al rey.  La hegemonía del poder nos detesta. Pero, no les molestan los vengativos. Solo los que hablan. Ven cierto peligro en nosotros. La prueba concreta son Las Madres de Plaza de Mayo. Llama la atención el odio que se les profesa. Hace poco murió una de ellas y en la Argentina, hubo quienes festejaron. Es lógico, Las Madres… son los contrario de esa cultura. No son la venganza. Mas allá de todo, las saludo como un soldado romano ante el César. Las abuelas son otro ejemplo, buscan nietos que fueron secuestrados. No los buscan para matar a los secuestradores los buscan para ser abuelas. Hace unos días encontraron el nieto 131.  Y ayer el número 132 ¿Se dan cuenta de ese número? Desde 1977 han pasado 45 años, sin matar a nadie, y han encontrado en promedio: 2 nietos por año. Las madres y las abuelas, estos dos ejemplos, me alegran. El ajuste de cuentas no está . Creo recordar que en la filosofía existe la expresión ajuste. Sin de cuentas. No sé ahora quién lo nombra. El asunto tiene que ver con que la expectativa verdadera de la filosofía no es vengarse. No es tener una vida de mierda para ir al paraíso. No es ser abstemio para emborracharse. No es practicar el celibato para la bobada de poseer vírgenes. No pregonan hacer lo correcto porque es correcto. Es hacerlo por miedo a las consecuencias. El ajuste, en filosofía, tiene que ver con pensar lo que uno siente y hacerlo. Los yanquis no son ajustados, pregonan la paz pero si se enojan tiran una bomba, matan gente, sienten que esta bien odiar, pero después dicen que no odian. Nunca advierten que cuando se vengan son los portadores del desajuste.

2 El día de la final contra Francia millones de Argentinos gritaron de alegría frente a televisores. Al rato tomaron las calles para festejar. Y lo hicieron. El gobierno y la oposición, como siempre, no supieron hacer nada bueno. No se les ocurrió poner baños o bridnar agua a una multitud agradecida. La fiesta fue otro fiasco, así como fue el velorio de Maradona. En este país los poderosos y sus políticos suelen estar tan desajustados como los borrachos y ladrones que después rompien cosas. Son iguales. La mayoría de este pueblo, casi cinco millones, cantó, saltó, se sonrió con desconocidos y se volvió a su casa porque estaba contento.  En ambos casos los millones se ajustaron y volvieron a sus lugares. Fue un encuentro impar.  Me alegró estar ahí. Ser parte de ese ajuste. Recibí alegría y la expresé alegrando a otros. Nunca he visto, en este país, tanta gente sin nada, festejando. Tengo el bocho cargado de imágenes. He visto, como estudiando, este fenómeno en otros países. Las fiestas populares me intrigaron siempre. Los carnavales.  El otro día estuve en una fiesta maravillosa como todas esas. Durante horas crucé personas festejando porque iban a ver los campeones de fútbol del mundo.

Les dijeron que pasarían por el obelisco y fueron al obelisco, a medio camino les dijeron que iban a pasar por la autopista 25 de mayo y se fueron para ahí, algunos calcularon que iban a ir a la casa rosada y entonces fueron para ahí, donde había un escenario y cámaras. Esa espera era un festejo. Todo se hacía sin que importe otra cosa que festejar. Las horas pasaban y la gente festejaba, se cruzaba con otros y saltaba y gritaba, se abrazaba con desconocidos, se tiraba espuma. Se subían a árboles. Algunos estuvieron solos, en la copa de árboles altísimos, bailándole a un Dios, como diciendo que los que realmente existían eran ellos. En sus gestos desmesurados algunos se lastimaron. Los llevaron en camillas, y cantaban. Cuando supieron que los jugadores no pasarían no se enojaron. No hubo ajuste de cuentas. No hubo venganza. Se fueron cantando y festejando a sus casas. Algunos estuvieron días. Yo estuve 5 horas. Fui y volví en tren. Los japoneses no imaginaron jamás que los trenes que habían hecho soportarían ir cargados de gente saltando. Los yanquis no podrían entender esto. Nunca vi tanto bebé en la calle, tanta madre dando teta.  Durante la noche este país descansó mejor. Se ajustó. Fue un ajuste popular.

3. De cara al fin de año, esta alegría me ha permitido mirar para atrás y observar. Fue el año más difícil de mi vida. Estuve por perder lo único que me importa. Haberlo vivido me hizo dar cuenta que muchas cosas me sobran. Este año me hizo advertir también que algunas personas ya no estaban. Las pandemias les ayudo a irse. Siempre desearon recluirse. Este año trajo también apariciones. Lo viví como quien ahogándose en un incendio ve un loco envuelto en un trapo mojado viniendo a rescatarlo. La oscuridad no fue eterna. Pero, fue larga la pandemia. El primer año lo sobreviví con recursos propios y con imaginación. El segundo comencé a titubear. Mis formas anárquicas me hicieron advertir que podía no ser fácil. Pero nada se asemejaba a lo que iba a venir. El tercer año me hizo vivir lo peor: un intento de suicidio. Ese hecho me arrasó. Quise ajustar las cuentas, ¿qué se puede hacer con el que intenta suicidarse? Yanquis sabelotodos, ¿cómo se mata el deseo que alguien tiene de matarse? ¿Cómo se hace ese ajuste de cuentas? Cuando alguien cercano intenta quitarse la vida, ésta se deshace para todos. La vida se va con el que quiere deshacerse de ella. ¿Qué hacer allí, entonces? ¿Tomar un helado? ¿Comprarse ropa? ¿Conseguir un mejor trabajo? ¿Ir a la cancha? ¿Hablar, escribir? ¿Importa actuar en un teatro? El intento de suicidio detiene la vida. ¿Qué hacen los norteamericanos con eso? ¿Se puede olvidar? ¿Es una opción obligarle a alguien que viva, que lo elija? Tener cerca alguien que intenta el suicidio recompone el mapa imaginario del tiempo, desaparece el futuro colocando el presente como única existencia. La necesidad de respuestas puede violentarte. ¿Cómo se recomponen las cosas que están deshechas? El presente nunca es tan presente como cuando alguien querido elige matarse. Viví en este año lo peor que podía pasarme. Eso me dejó sin aire y me ahogó pero no se llamó Covid y no tuvo ni tendrá vacunas. ¡Qué me importa el Covid! La pandemia me dejó al lado del camino. Roto. Me hizo aprender a escuchar hoy. Bendita palabra te nombro: hoy. HOY. Hoy, hoy, hoy, hoy, hoy, hoy, hoy, hoy, hoy. Es absolutamente

llamativo que la palabra que designa el presente parezca una onomatopeya. Hoy, parece ser una palabra que no explica nada. Se dice y se va. Se escucha y se va. Así como la vida. En un instante. Así como la solidez. En una ráfaga. Como este maldito año, bendito en todo sentido por su capacidad de enseñar al que así lo quiera. ¿Qué más me puede pasar? Aprender. ¿Qué? Aprender que la vida puede dejar su solidez en un segundo. Y puede que sea hoy. Dice mi hija que hay que aprender la delicadeza. Hacerse contorsionista. Los rígidos no podrán caminar hoy. El hoy está en un hilo de araña. Cada paso te hunde en el aire hasta que uno aprehende al equilibrista. El hoy, esa pérdida, me abre nuevos e impensados propósitos:, por ejemplo, aprender a no reírse del rey desnudo.  Desear distinto. A quienes el oro, la fama o el trabajo los inflama pueden continuar su teatro; esta vez voy a callar. Hoy estoy aquí, en esta interjección. Y quiero estar. Hoy será, aun el día, cuando definitivamente me vaya. También ese día será un hoy. Este escrito es el ajuste de cuentas que me debía. Hoy. Puedo hacer esto. Por eso lo hago. Lo hago contigo porque sé que estás aquí también. Estás leyéndome en soledad. En tu hoy pequeño. Este es mi ajuste. Y es lento.  Hay cosas que no son para todos. Aunque lo sean. Para los otros la fama, la riqueza, lo que creen necesitar. Para los pocos la lentitud. El hoy. Oís lo que escribo, navego en tu cabeza y me navegas.  Para los otros todo lo que quieran o necesiten. Para mi el hoy. Lo delicado. Para los otros la queja, el ajuste de cuentas, la venganza, o el mejor de los soles, el futuro utópico y perfecto. Para mí y vos hoy. Para mis hijas, hoy. Esta respiración. Decir respiración o leerlo invita a respirar. ¡Qué simple maravilla! Solo quien vuelve a respirar advierte la dificultad de vivir bien. De recordarlo. Recordar respirar es el acertijo que representa el hoy. Para los otros las obras sociales y las vacaciones all inclusive, los seguros de vida, si es que lo quieren. Para los otros el dinero, si es que lo necesitan. Para mí apenas hoy. Yo que he sido tantos, en este ajuste, ahora lo entiendo, esta vez apenas quisiera estar aquí hoy. Delicadamente. Lentamente. Esto es lo único único. Escribir hoy, es el ajuste.

Desde hoy mañana no existe más.

39 comentarios

  1. Una genialidad tu relato en 3D: duro, directo, delicado. Gracias. En tu escritura está la delicadeza del rey Pelé, la genialidad del potrero de Maradona y la magia de los cuentos para niños de Messi. Que suerte que tengo de sentirme amigo tuyo.

    1. Dionisio, te agradezco muchísimo este acompañar mis escritos. De vez en cuando viene a mi memoria las cosas compartidas. Alegrías y realidades que se tornaron anécdotas potentes en nuestra historia.

      1. Gracias, Sergio. Por éste y todos los relatos de este año. Pero éste en particular, lo agradezco muchísimo. Te abrazo fuerte, como si hubiéramos ganado el mundial te abrazo

  2. Qué hermoso relato! Gracias por todo este año! Que el 2023 pueda traernos ese ajuste! Felicidades!

  3. Aujourd’hui est un mot très français !
    Merci pour l’énergie de «hoy hoy hoy hoy » – si mon coeur se serre lorsque je lis ta peine, je ressens aussi joliment, avec cette douleur très particulière, la quête de joies dans ce monde infernal ..! Continue, Sergio, je te lis et ça m’aide à lutter 🙂

    1. querida Aurelie. Me siento muy contento. Aumenta mi potencia de vivir saber que del otro lado del oceano en un lugar que tambien conoce el viento. Vos abris tu correo cuatro o cinco horas después que yo, colocas mi texto en un traductor y me lees. Que maravilla que nos da este tiempo. Aujuour´hui solo por hoy

      1. 🙂 quand il vente trop, la connexion devient instable – mais je capte quand même 🙂

  4. „Hoy“ efímero, onomatopeico, gracias es ???? GRACIAS por enseñarme -y deleitarme, no lo niego- haciendo lo que tienes que hacer, ajustar cuentas, en este caso. Que energía emana esa „redención“, pura acrobacia. Gracias es eterno, por lo menos es de un largo año que te leo. Abrazos Maestro

    1. Inge, esta expresión que has colocado, me ha puesto la piel de gallina, voy a escribirla «haciendo lo que tienes que hacer»
      que hermoso que alguien me diga eso.

  5. Un abrazo hoy, que sea siempre hoy querido Sergio. Leerte me hizo reconocer dos palabras que también usé hace pocos días para hablar de estos días: desmesura y delicado. Me hizo «lindo» esa conexión desde las palabras, tanto como me hizo «lejos» y «desconectada» saber tu año duro y no haberlo sabido. Hoy es 30/12, hubo un 30/12 que fue Cromañón y junto con nuestro Julián y tantos otros pibis, se llevó todo lo que creíamos que era el futuro. Esa noche nos ennocheció para siempre. La lucha, el amor, las nuevas vidas que nos nacieron, ser parte de algo con otres, la delicadeza del amor… eso junto con el recuerdo luminoso de Juli permitió lo que de ahora en más, llamaré nuestro ajuste. Nunca en la venganza, nunca en el odio. El ejemplo de las madres y las abuelas es inmenso y es un faro para quienes estamos dispuestos a aprender a vivir hoy, hacer los ajustes que hagan falta y sabernos juntos con un montón de otres del otro lado de la venganza y la codicia. Que el 23 te encuentre en hoy a vos y a todos tus afectos. Que pases un lindo cumpleaños como vos decís, con salud y alegría. Abrazo enorme

    1. María. Me emociono al leerte. Me reconozco. Es decir, cuando alguien lee una amiga, por más que hayan pasado muchas distancias, escucha su voz, y entonces algo vuelve a vibrar en nuestro cuerpo. Es misterioso. Somos nosotros mismos. Soy yo que te leo y me emociono. Sigo siendo yo. Gracias, por hoy, por ustedes y por su Julián.

  6. Gracias Sergio por tus escritos. Me acompañaron tdo el año. Este en particular, me es cercano. Tal vez el tiempo ayuda a aceptar aquello que no se puede comprender. Prueba de ello es seguir eligiendo el amor como bandera. Te abrazo.

  7. Agradezco este escrito porque me recuerda que siempre es hoy… Y me hizo pensar que la solidez, es como una boludez que se cree importante!

    PD Tu transparencia toca mi corazón. T quiero ❤️

  8. Querido amigo, precioso poeta. Gracias por la emoción de cada uno de tus escritos, por aprender tanto junto a vos. Duro este año… Ojalá hoy sientas nuestro abrazo en la distancia.

  9. Brutal ajuste! Eres grande hermano. Me dejaste helado, como la ciudad en la que hoy el frío congela el alma. Chihuahua.
    Saulo y yo, estamos ajustando nuestro ser, nuestras vidas. Agradecido con este texto que me hace ver y saber, que aún me faltan muchos ajustes de cuentas. Todas de amor y agradecimiento. Gratitud total.
    Que fuerte y a la vez mágico tu último relato. Te abrazo como la primera vez que nos encontramos en Santa Eulalia. Sabes que soy tu hermano mexicano, a quien hoy les has dado un verdadero ajuste con tu relato. Nos vemos pronto, Sergio.

    1. Raul, Hermano mexicano, desde el calor brutal de Banfield hasta tu chihuahua Fria va mi abrazo. Te imagino en el día a día con tu hija en tu trabajo de amor. Feliz de que mi relato te suene a plegaria. Buen año para vos y los tuyos. Y que el reencuentro nos traiga mas alegría

  10. Se abrieron las compuertas . Cada semana del año concluido un relato, una nota,una reflexión;un pensamiento; una propuesta; un recuerdo; una crónica; un cuento donde juegan realidades y fantasías y la magia de esa unión. Todo eso y mucho más en generosas entregas, porque uno puede guardarse lo que escribe y ya está, pero Sergio es creación, trabajo y entrega por eso las «gracias» que muchas veces estampo en mis comentarios. Hoy, última entrega del año, quedaron abiertas las compuertas y entre la turbulencia los ajustes de cuentas , los yanquis con su historia de paz para la guerra. Crónica de nuestros festejos por <mundial de fútbol ganado con absoluta justicia. El ejemplo de madres y abuelas de Plaza de Mayo y un ajuste de cuentas sin venganza, dramático ejemplo de hacer posible lo imposible. El análisis mas dificil en la última parte, la indagatoria a si mismo, resumen de dificultades severas que a uno les duele como propias y que la fatídica impotencia no nos exculpa de todo. Pero el que lucha nunca será vencido. Y tengamos presente el hoy, como dices al final, hacer el hoy, porque mañana será ya pasado. Gracias y abrazo!

  11. Muchos relatos en uno.
    Leer esto me puso primero pensar, luego sonreír al final tener ganas de llorar
    Hermoso como siempre

  12. Hoy mientras regaba el Vivero recordé el.momento en qué vos y Rossi me compartieron algo de ese Hoy…..
    Hoy agradecí ese instante dónde amigos como ustedes se detienen a tomar mates, a jugar con mis hijos y los suyos, a caminar al río….
    Hoy sus palabras como padres me tocaron hondo y me despertaron de una sospecha que no me animaba a escucharme…
    Hoy mientras regaba el vivero no imaginaba leer este texto…..pero parece que ya me había llegado por algún otro canal abierto que nos une
    Hoy hoy hoy hoy celebro que el universo nos haya cruzado….celebro tus escritos….célebre tu familia…..y la mía
    Hoy es hoy y me siento muy agradecida

  13. Querido Sergio, agradezco que hayás desnudado tus miedos, tus fondos, que son también los nuestros, quizás… seguramente al leerte han sido tan míos. Me hiciste respirar desde mis propios fangos. Gracias. Urgen más encuentros de esos que son hilos milagrosos que salvan vidas.

Se agradece compartir

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