ilustración Osvaldo Krasmanski
Un hombre llega hasta otro y habla - He venido a comprar un corazón. - Bien, ¿prefiere alguno en especial? - Quiero uno que no sienta mucho y quiero llevármelo puesto. - El precio incluye la colocación. ¿Edad? - 30. - ¿Razones? - ¿Es necesario que lo explique? - No si usted paga en efectivo. El primer hombre está acostado en una camilla con el pecho abierto. - Permítame preguntarle algo, ¿por qué no le gusta su corazón? - Soy... Tengo... Quiero... Siento... Usted entenderá. - Mire, hay cosas muy evolucionadas hoy en día. ¿Alguna vez pensó que le pongan una tarjeta de crédito? - Hace unos años me extirparon el hígado y con la tarjeta ando fenómeno. - Entonces, usted no rechaza la tarjeta de crédito. - Creo que no. La acepto muy bien pero me parece que ahora quisiera algo más artesanal. El hombre está observando en un celular las opciones de corazones. -¡Qué lindo todo, no sé con que quedarme! - Para mí, lo más práctico es un ladrillo. - ¿Es rojo? - Estos no, son blancos, de telgopor. La construcción con ladrillos rojos corresponde al pasado. - Tengo ganas de llorar. - Le pongo el ladrillo y se olvida de estos malestares. - Póngalo, rápido, sáqueme el corazón. - No me amenace o le pongo una pera. - ¿Una pera? - Una pera. - ¿Y eso sirve? creo que una pera es apenas una fruta. - Pero esta es artificial y en las radiografías sale muy fotogénica. - Debe ser lindo para compartir en las redes sociales. No sé. Haga lo que sea pero sáqueme el corazón. Este no soy yo. El hombre se levanta de la camilla con el pecho cerrado pensando si en las radiografías se notara el ladrillo. Ni bien el hombre sale, el vendedor murmura: - Como me rompe las pelotas tener que cambiar corazones. Me encantaba cuando hacía cirugías plásticas.
24 respuestas
Muy crítico y tragicomico!! Me encantó Sergio esos diálogos locos!!! Cómo el sistema.
jajaja
hola MACHU!!!
Cuanta creatividad, seguís intacto.
Te mando un abrazo, donde quiera que estés.
¿Qué hacés Peque?
Gracias por leer y comentar
Qué buen texto! No tengo corazón para no compartirlo.
Paty querida, comparta, de corazón te lo digo
Muy original eso de que se pueda cambiar el corazón. Pero sería bueno que los corazones podridos de los que habla el gran Juan Rulfo se cayeran por si solos. El problema sería que el suelo quedaría como regado de grava.
Nelson querido, gracias por leer y compartir esto de Rulfo ( no lo sabía). ¿Me podés compartir donde lo dice?
Ai, Sérgio. Com este coração que tenho, sempre me fazes chorar… Que coração sensível que tens para criar estas histórias tão profundas e críticas. Obrigada por compartir tanta beleza verdadeira num mundo de tantas falsas belezas.
Querida Ana, fico muito feliz de saber que vc e uma das grandes alegrías que vieram a minha vida com a Rosi
quién dijo que todo está perdido?, cantaba el tipo que nació en una ciudad de pobres corazones…
quién dijo que todo está perdido?
mientras tengamos una comunidad como esta, que se junta para celebrar lo que puede la palabra, tá todo bien.
«Y hablo de países y de esperanza
Hablo por la vida, hablo por la nada
Hablo de cambiar esta nuestra casa
De cambiarla por cambiarla nomás.»
me partís el corazón con tanta belleza…
Um grande abraço, querido! Gostei da pera!
La imaginación juega con la fantasía hasta que ésta se hace realidad, el juego termina. Quién gana ? y digo, si el juego termina qué hacemos para reemplazar lo más lindo que tiene la vida. Pasame los datos del lugar ese donde hace cambios y reparaciones de partes de nuestro cuerpo, tengo varias para cambiar. Me gustó tu relato. Un loco vuelo a un futuro posible no tan lejano.
Cachito, si vos que sos un pibe te queres cambiar partes que hago yo
Qué diálogo, vaya corazonada!
gracias por leer y comentar
A veces sí dan ganas de tener un ladrillo en el pecho, pero por suerte todavía no es tan fácil es trasplante!
Un abrazo grande Sergio
Jaajaja
Me gustan mucho tus escritos. Algunos me hacen pensar, otros sentir. Este me hace pensar. Esta borrosa la linea entre realidad y fantasia. Tamos bastante jodidos me parece. Gracias Sergio por compartirlo!
Que alegria que me digas eso
Exelente Sergio, me gusto mucho. Sería bueno poder cambiar algunos cerebros también. Un gran abrazo hombre.
Jaajajajaja
Que bueno maestro Sergio. Mucha imaginación. Los calzones solo se deberían cambiar cuando te mandas una cagada. Los corazones uno quiere cambiarse justamente cuando se hizo alguna cagada que te pone mal y pides que te trague la tierra. Sergio. un consulta se puede teatralizar estas historias. O cuales son los requisitos. Un abrazo grande desde Caretas (paralizado hoy por la puta pandemia).
Hola querido, puedes teatralizarla sí, solo me escribes al mail, y charlamos un rato