“El espejo me copia”
dijo Maxi, en sala de tres años,
subió sus hombros
eso cosquilleó sus orejas
y ante la mirada serena de la sala
y la mia incrédula agregó
“hace todo lo que yo hago”
Hice el silencio
que visitó la tarde
el niño que he sido ¿pensó aquello?
No, no fue así.
Ahora que el tiempo
recuerda
que cargué un bolso en la espalda
y resultó un cactus
que enamoré con cebollas
y resultaron sandías
que estoy aun sin
respiración asistida
Me detengo y recuerdo al niño que he sido.
No estoy como él
he y no he cambiado
aunque, como cuando era chico
apenas si copio al espejo
decididamente
velozmente
automáticamente
y nada puedo hacer
que no le pertenezca.
5 respuestas
Encontrarme con Borges en el día de su natalicio siendo que ese día no tenía que estar allí a esa hora, me interpela – Las casualidades no existen! Gracias Sergio
belleza Sergio
gracias, Santi
Presencia difícil. Veo lo que quiero y creo ver que es cierto. Qué es lo real, la imagen o la presencia que lo mira? Te mira la imagen pero no sabe que te mira, y tu en cambio lo sabes y lo crees. Si te vas desapareces, pero vuelves como el rayo si te asomas. sólo si te asomas compruebas que no se ha ido. Tu relato inspira eso, la maravilla del desconcierto, la verdad de la mentira. El relato encierra el misterio de la imagen que sigue tus movimientos, si estás quieto quieta está. Quién la mueve ? Donde está cuando no está. Se muere cuando tu te vas y revive en tu presencia, solo ese instante. Es una sombra con tus formas. Tu breve poema tiene la amplitud inmensa del pensamiento vago.
Eso que escribis lo senti, porque este es un poema muyyyyy viejo más de 32 años. Del tiempo que era profesor y compartía mis días con niños que me sorprendían hoy veo que siento lo mismo que 32 años atrás