Escritor, cineasta, actor, director, formador

Fotografías

Picture of por Sergio Mercurio

por Sergio Mercurio

El último  rollo de fotografía que revelé fue para mi vieja. Tenía una camarita pocket negra. Momentos que entendía debía registrar de algún modo, pero casi siempre la distancia, el encuadre y la luz le jugaban una mala pasada, sin embargo de vez en cuando había alguna fotos de mis hijas que cumplían todos sus propósitos. Muchos años atrás, le regalé una tableta, mi intención fue que tenga una cosa intermedia entre una computadora y un celular con la cual poder comunicarnos. Cuando se la compré no sabía que tenía también cámara fotográfica. Ella la uso un tiempo hasta que los celulares se hicieron más comunes que el mate con facturas.  Una vez que  pregunte que había hecho con la tableta me dijo que se le había roto. Ahora mi hermano la encuentra, los ladrones no se la llevaron, los dos sabemos que está rota pero igual me la llevo y unos días después la cargo y ante mi sorpresa prende. Solo que al tratar de conectarla a internet veo que está en modo avión. Anda muy lenta porque tiene tomada la memoria por fotografías. ¿Qué habrá fotografiado? En el instante que estoy por verlo pienso que la fotografía está en el pico de su inutilidad; el día que lo percibí fue viendo el concierto The Wall en la cancha de River, durante una hora y pico traté de ver un punto lejano entre los  miles de miles de celulares sobre la cabeza de personas que veían lo mismo que yo, salvo los 200 que estaban en las dos primeras filas, fue una experiencia deprimente. Yo veía lo que registraban un punto de luz en un cielo estrellado de celulares. La mayoría levantó la mano con su celular vaya a saber porque razonamiento. Las fotos que se sacan los videos que se dejan deben ser el verdadero testamento que cada uno dejará. Los actuales son iguales que mi vieja con la camara pocket en su mayoria filman cosas que no se ven y si fotografían solo se fotografían a sí mismos. El narcisismo encontró en la cámara del celular su principal promocionador.

Con esto que relato quiero afirmar que el verso de que la imagen vale más que 1000 palabras ya ha demostrado ser falso. La imagen no vale nada, por sí sola. Me gustaría que el túnel de tiempo existiese, en ese caso,  evalúo dedicarme a las visita guiada de  turistas  que vengan del pasado, me gustaría mostrarles a los phono sapiens, esos que caminan, andan en auto siempre hablándole a una tostada de metal y solo se detienen para hacerse autorretratos. Cada fotografía que cada phono sapiens narcisista se ha tomado es el triunfo de la nada y es su testamento, es alguien que en vida dejó un registro de nada. El segundo pasa y abro las fotografías que ayudaron a que la tableta de mi madre deje de funcionar, son 2317 fotografías, tiene también algunos videos que ha hecho sin querer pero que son del mismo asunto. De las totalidad de las fotografías que mi madre tomó hay 12 que son de mi hija menor, el resto han sido tomadas en su totalidad en su patio y son fotos de plantas, de flores.  Sus flores, sus plantas. Me detengo y comienzo a verlas, no veo nada especial, esto ya me ha pasado otras veces, me ha pasado siempre, nunca supe entender el amor que mi madre tenía por ellas. Pasaba muchísimo tiempo en el pasto, a veces arrodillada, portando su voz y algo de agua, haciendo relaciones. En el patio mi madre les  cantaba y les hablaba. Escribo esto pero soy incapaz de saberlo, es decir, solo lo informo, no sé lo que le pasaba y no me doy cuenta.  La mayoría de las fotografías a diferencia de todas aquellas que alguna vez me mandó a revelar están bien encuadradas, están bien de luz, pero no veo nada. Aca el problema es mío. Estoy delante de su tableta y por más que advierto que quizás este sea su testamento no  consigo ver lo que ella  me ha dejado, no consigo ver y por ende sentir  lo que estaba viendo  ella al hacer estas miles de fotografías. Algo me dice que esto que no puede ver aun viéndolo debe ser importante, voy a guardarlo. Por algo el destino hizo que este sea el testamento que ella me ha dejado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Se agradece compartir

articulos
Sergio Mercurio

BRUJAS

Mi padre pregonaba el ateísmo. El me convenció de una forma muy didáctica la imposibilidad de que Dios existiera. Me pareció razonable. Nunca en su

Seguir leyendo »

No Va Más

Calladito me mira a los ojos, vamos a gastar todo en una ficha. Son 100 dólares. Hace 5 minutos entramos al casino. Tenemos la edad

Seguir leyendo »