¿Qué habrá que hacer ahora?
¿En este momento?
Hubo miles, en la historia, Tal vez millones de momentos iguales. Idénticos. Por ejemplo: es el año 1500 un hombre camina desnudo por un desierto que jamás alguien que no tenga la piel rojiza haya transitado, observa y por primera vez cierto vapor desdibuja el horizonte, o lo deshace, no sabe si es el mundo o si sus ojos se están quemando. Percibe el sopor, ese mareo va a derrumbarlo a sazón de la inutilidad que solo el calor provoca.
La arena caliente hace salir humo de sus zapatos. Antes de quemarse los pies se los saca y con ese acto, pisa y se equivoca. Cuando el horizonte es plano, no importa hacia donde vamos, triste es el destino de los pampeanos, ¿cómo saber en el llano si el que va delante no zigzaguea o si no vuelve? Alvar estuvo inaugurando la especialidad en naufragar y después caminar hacia algo que no sabía que es, pero seguir andando. Me permitoimaginar que observa a los dos que lo acompañan ¿o lo guían? Si no hubiera escrito el libro de su travesía, sino se lo hubiera enviado al rey, tal vez no sabríamos nada de Alvar Nuñez Cabeza de Vaca. Nada sabríamos del que siempre eligió seguir caminando al quedarse solo

Por ejemplo, en los 4000 metros de altura, hay una planta, casi un cactus, casi no tiene oxígeno, pero resiste, parece que lo único que puede hacer es aguantar, es ese tipo de seres que parecen estar muertos, uno se acerca a ellos y tienen una actitud lagartiana, apenas mueven los ojos, se quedan quietos, nada los perturba, no sabemos si están al borde la muerte o son apasionados de las largas siestas, pero siempre parecen estar sin prepararse para algo, no entendemos a que se debe su letargo, ¿por qué no accionan ahora?
Su existencia confronta la de aquellos que existimos urgidos de vivir, que provocamos provocándonos. ¿Que porcentaje exacto de la humanidad seremos los desconfiados? Los que comenzamos dudando de un animal que se para firme en el medio de nuestro caminar y que después somos permeables a anunciar catástrofes tales como que el silbo del viento traerá Tsunami y que la aureola de la luna apagará el sol para siempre esta noche. ¿Que porcentaje seremos los que nunca veremos florecer la puya Raimondi jamás?

Por ejemplo es el año 1800, de en un bote que más parece barcaza, van 11 hombres en la oscuridad del mar más violento del cual los navegantes tienen información, han salido de la Antartida rumbo al continente. Pero están perdidos, No tienen más comida, solo olas, no tienen más abrigo, solo frío, Les restan dos galones de agua, aunque no saben que se han transformado en agua salada, no sabríamos nada si esos 10 hombres no se hubieran arriesgado junto al capitán. Y además, en la Antártida quedaron más de 20 hombres que no entraron en la barcaza y se quedaron dos años convencidos que de alguna manera de que él iba a venir a buscarlos.
El capitán por otro lado, debía tener un rompe-hielos para buscar a los hombres que tenía a cargo, Consiguió un buque y no llegó, porque la Antártida crecía. Insistió en conseguir otro tipo de embarcación la consiguió en Chile. Dos años después veintipocos marineros famélicos oyeron en la distancia un ruido, un monstruoso ruido rompía el hielo, el vapor continuo de una embarcación oscurecía el mundo blanco. Al llegar a una distancia prudencial se oyó la voz de Shackleton haciendo la única pregunta que lo había atormentado durante años. ¿Están todos vivos?

Hoy he amanecido mal. No es que he tenido pesadillas ni nada por el estilo, solo que me ha tomado una dejadez de mi mismo insoportable. No sé que hacer. Tengo dudas con respecto a casi todo. Los datos me hacen advertir que estoy lejos de la épica de Alvar y a decir verdad nunca he tenido un naufragio en mi vida. Me cuesta sentirme Alvar y esto se relaciona con los zapatos porque traicioné el deseo del niño que fui cuando le respondí a mi abuela que quería ser zapatero para estar siempre sentado. ¿Estaré calzado de cosas que no me pertenecen ni se adaptan a mis pies? Puede ser, ya en otros momentos me he sentido en el cuerpo errado. Por otro lado no tengo las agallas de aquellos que demoran sus frutos hasta el infinito, aquellos que maceran la flor, no soy paciente,
nunca lo he sido, no sé serlo, nadie subirá hasta mí para esperar un fruto 80 años. Soy una máquina imparable de desespero. He hecho un montón de casi algo a razón de la desconfianza que tengo sobre el futuro. Soy un antecesor de los mayas, quienes aseguraron que el mundo acabaría 500 años después de ellos yo, en cambio, creo que terminará pasado mañana. Leer y escribir es lo único que me salva de mi insensatez. Hoy me siento solo en la Antártida, el Endurance se ha hundido y yo no puedo resistir más. Todos los capitanes que he encontrado a lo largo de mi vida, no lo eran y mi abuelo se ha muerto, ademas se ha largado a llover torrencialmente, no puedo salir a ningún lado. Necesito que de alguna manera el capitán Shakleton apareza y me haga la pregunta.
5 respuestas
¿Están todos vivos?
jajajajajaja. Merci
(Lucile a accouché de sa première fille le jour de mon anniversaire / avant-hier à 23h59 – tout le monde va bien, l’enfant est magnifique et s’appelle Lil)
vivaaaaa!
Sergio, meu amigo
Para os indígenas, chuva é sinal de ficar em casa…
Mas a pergunta que não quer calar…como isso?
«no sabe qué hacer?» haga tonterías…
A chuva passa, a uva passa, só as dúvidas ficam…por isso…relaxa.
Se cuida meu rei!
Abraço