Escritor, cineasta, actor, director, formador

EL QUETZALTECO

Picture of por Sergio Mercurio

por Sergio Mercurio


Por Flor de María Pérez – Jueves 27 de septiembre 2012

Nos anunciaron que El Titiritero de Banfield se presentaría en Quetzaltenango y que daría entrevistas a los medios de comunicación. Fue así como llegó a La Redacción de elQuetzalteco, vestido muy cómodo y con algo en el brazo izquierdo, oculto bajo una sábana.
Presentaciones
En Xela y Huehuetenango
Se espera que los asistentes vivan una experiencia inolvidable con la obra “El Titiritero de Banfield”.
La primera función será hoy, jueves 27 de septiembre, a las 20:30 horas en Teatro Roma.
El sábado el espectáculo se traslada al Teatro Municipal de Huehuetenango también a las 20:30 horas.

Al comenzar la plática el misterioso objeto es descubierto y cobra vida. Se trata de “Bobi”, un títere rebelde lleno de humor y preguntas, que es uno de los protagonistas de la obra El Titiritero de Banfield, la primera en la carrera de su creador Sergio Mercurio.

Al respecto, el artista explica que se trata de una pieza teatral dividida en varias escenas con personajes y técnicas de manipulación diferentes. “Las historias tienen que ver con el universo de los jóvenes y adultos. Se tiene humor y temas existenciales como el amor y la búsqueda de la libertad. Cada persona podrá tener una lectura diferente de la obra”, refiere.

Un viaje iniciático
En 1988 un maestro argentino de Educación Física tuvo la oportunidad de viajar a África y darse cuenta de lo poco que sabía de su propio continente. Ese profesor era Sergio Mercurio quien volvió a su tierra con la decisión de conocer todos los países posibles. Cuatro años después, el viaje que no fue turístico, sino iniciático, comenzó en su natal Banfield de Buenos Aires, Argentina; Sergio llevaba la primera versión de “Bobi”, que utilizaba como recurso didáctico en sus clases, y poco a poco fue creando personajes y finalmente la obra, que al igual que él mismo, nominaría El Titiritero de Banfield.

Pese al paso de los años y las mejoras en las técnicas y los títeres de esponja, la obra conserva su corazón. “Es un verdadero regalo que lo que escribí cuando tenía 28 años perdure ahora que tengo 44; que pueda seguir expresando mis pensamientos de joven sin ninguna vergüenza”, expresa.

¿Quiénes son los títeres?
La experiencia de Mercurio duró 12 años, finalizando en México en 2004. Una de las tantas lecciones aprendidas fue que los títeres son un medio óptimo para comunicar y confrontar temas. “No estoy de acuerdo con lo que dicen de que los titiriteros manipulan a los muñecos para expresar lo que les da miedo decir; me parece que quienes hacen eso son malos titiriteros y unas personas cobardes ¿para qué utilizar muñecos para expresar lo que puedes decir tú mismo? Estoy convencido que los títeres están vivos, pero no son parte de mí, son sólo un medio artístico y por eso les tengo enorme respeto”, explica Mercurio.

Al preguntarle por qué cree que los títeres logran tanta empatía con el público, el artista indica: “Los seres humanos tenemos una relación ontológica con los seres inanimados; tendemos a relacionarnos con ellos y tratar de darle vida, por lo menos en nuestra imaginación. Por eso el titiritero puede llegar a lugares con cierta mística”, finaliza.

El originario de Banfield se encuentra trabajando en la tercera parte de su segunda trilogía de obras de teatro de títeres para adultos. Entre sus planes está continuar con su carrera en el cine y la literatura, pues ya ha dirigido dos documentales y ha escrito libros sobre su experiencia.

Se agradece compartir

articulos
Sergio Mercurio

Telomian Condié

Cuando las lomas no eran de ningún Juan Zamora, el aire se llamaba de otro modo, la laguna espejaba el paisaje y el hombre de

Seguir leyendo »

Sí, Zambia

Los niños de los años setenta que nos enfrentábamos a los kioskos argentinos debíamos resolver un dilema: Tita o Rodhesia. La tita era una galletita

Seguir leyendo »
Escritura
Sergio Mercurio

Fotografías

El último  rollo de fotografía que revelé fue para mi vieja. Tenía una camarita pocket negra. Momentos que entendía debía registrar de algún modo, pero

Seguir leyendo »