Encontró a la muerte en una esquina
pero no era su hora
y tampoco era la muerte
y tampoco era la vida
ni que decir de haberla encontrado
sin embargo
créanme
se fue con ella
Encontró a la muerte en una esquina
pero no era su hora
y tampoco era la muerte
y tampoco era la vida
ni que decir de haberla encontrado
sin embargo
créanme
se fue con ella
Mi padre pregonaba el ateísmo. El me convenció de una forma muy didáctica la imposibilidad de que Dios existiera. Me pareció razonable. Nunca en su
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