Encontró a la muerte en una esquina
pero no era su hora
y tampoco era la muerte
y tampoco era la vida
ni que decir de haberla encontrado
sin embargo
créanme
se fue con ella

Encontró a la muerte en una esquina
pero no era su hora
y tampoco era la muerte
y tampoco era la vida
ni que decir de haberla encontrado
sin embargo
créanme
se fue con ella

Cuando las lomas no eran de ningún Juan Zamora, el aire se llamaba de otro modo, la laguna espejaba el paisaje y el hombre de
Los niños de los años setenta que nos enfrentábamos a los kioskos argentinos debíamos resolver un dilema: Tita o Rodhesia. La tita era una galletita

El último rollo de fotografía que revelé fue para mi vieja. Tenía una camarita pocket negra. Momentos que entendía debía registrar de algún modo, pero