“Toda la plata que hizo mi padre mientras yo era un niño y no me prestaba atención la voy a liquidar esta noche en el casino, espero que de alguna manera se entere que lo que me dejó no me interesa para nada y quiero que me duré un minuto”. No puedo revelar quién me dijo esto porque es alguien conocido. Lo importante fue que él tomo esa decisión después que hicimos algo juntos que tampoco viene al caso contar en este momento. La cosa es que al otro día fui a verlo, tenía la llave de su caserón y la usé. Lo encontré en el patio. Estaba en un pantalón corto que le quedaba ridículo. Al verme levantó la vista. Lo hizo de nuevo, llevé a apostar una cifra que rondaba el medio millón de dólares y la jugué todo a color. Tenía 50 por ciento de posibilidad que su herencia me dure un minuto y olvidarlo, pero gané. Cinco veces. Fue entonces cuando me echaron, el casino no tenía tanto dinero.
La Abuela de Aurelio
Luego del estreno de Viejos en Quito, en el año 2007 fue la primera vez que la vi, estábamos en la casa de Aurelio, en
8 respuestas
Algo le dieron o solo lo echaron Sergio ?
la última apuesta no se la pagaron.
Algo de rencor junto a una venganza tardía. El destino no le bancó esa apuesta, es lo que pasa cuando uno quiere demasiado sus apetencias vanas y cree que su voluntad decide cualquier cosa, lo inesperado no existe. Hágase mi voluntad. Y bueno, suele pasar. Contra el destino nadie la talla decía una sabia letra tanguera.El relato me gustó. Visto por Gracián, diría: lo bueno si es bre, dos veces bue. Gracias Sergio.
Que lindo que traigas el tango a este cuento corto. Como se llama ese tango para buscarlo
Trasciende mi memoria, No recuerdo el nombre,es un tango de l guardia vieja, tendría que consultar con alguna persona mayor.
El tango se llama, Adiós muchachos, lo canta Carlos Gardel .
Tenía que ser esclavo de su destino. No pudo escapar. Me hace acordar al cuento largo «El diablo en la botella» de Stevenson, donde una y otra vez el protagonista no puede librarse de esa botella maldita. Pero en este relato, hay algo inquietante que te quiero decir: ¿Hay diablo más atractivo y destructivo, a la vez, que el amor al dinero? ¿Tuvo vida este dinero que heredó de su padre? ¿Tomó la decisión de no quererse ir y maldecirlo para siempre? ¿Es el dinero la botella?
Cuando un cuento despierta tantas preguntas, es que uno se queda pensando en él.
Tuve la tentacion de explicar. Pero me pareció que dejaría de ser un cuento. Ahora que vos comentas se cierra el circulo. Fue un cuento