Mi hija coloca flores en el teclado Mientras escribo poemas místicos De lo más elevados La detengo y corro las flores Ella se va dejándome una flor de ceibo Dos pétalos violetas y un pétalo de rosa herido al medio De pronto he violentado mi elevación mística Y caído como un perro golpeado por un camión de arena No se más No siento nada Estoy agonizando Ella vuelve ahora y se coloca a mi lado con mi vieja máquina de escribir Y hace como que escribe Entonces me levanto y busco los pétalos se los hecho en el teclado Ella me advierte que no haga eso Algo se ha sanado de pronto Parece que he muerto.

articulos
BRUJAS
Mi padre pregonaba el ateísmo. El me convenció de una forma muy didáctica la imposibilidad de que Dios existiera. Me pareció razonable. Nunca en su