Escritor, cineasta, actor, director, formador

Lo que Significa

por Sergio Mercurio

por Sergio Mercurio

Cuando alguien dice “agua”, veo una sustancia invisible o al menos transparente que sirve para aplacar mi sed. Cuando alguien dice» agua», no pienso ni en una ola gigante que se acerca a destruir todo, ni en una inundación que tapa una ciudad y hace desaparecer un pueblo. Cuando digo «agua», pienso primero en la canilla de mi casa, en la canilla de la casa de mi infancia, en las canillas de todas las casas en que viví y después al fin recuerdo un río patagónico en donde sumergí mis manos para beberla transparente, fresca, rica. La palabra «agua» es para mi una palabra suave, buena. La palabra «agua» no está relacionada con atravesar un territorio cargando un balde en la cabeza. Esa palabra , para mí, no está relacionada con un pozo. No está relacionada con un mar violento. Y tampoco está relacionada con morir en ella. 

Cuando alguien dice «agua», ¿que imagen te viene? La imagen que te viene, o la cantidad posible de imágenes que te vienen representan algo que a veces cuesta mucho en definir y que se llama «cultura». Tu cultura es entre otras cosas la cantidad de imágenes que te habitan cuando escuchas palabras. 

Si te dicen «Europa», ¿qué ves? ¿Que imágenes te visitan? ¿Ves la torre Eifell, o ves a los Beatles caminando? ¿Ves la segunda guerra mundial o un barco que se lleva la plata robada de Potosí.  Si a vos te dicen Europa ¿Ves el Louvre o la guerra de los Balcanes? ¿Ves una mujer parisina desfilando o un rumano siendo esclavizado en una plantación alemana de duraznos? ¿Ves el logo de la Champions ligue con su musiquita?  ¿Ves una ciudad de blancos ricos o ves una mezcla de hindúes, africanos, americanos y orientales? Debo afirmar que quien escucha «Europa» y ve el Euro, ese símbolo de riqueza, posee una cultura  muy pobre. La pobreza no es la ausencia de dinero es la ausencia de imágenes para completar conceptos reunidos en palabras. Si te dicen EEUU y no ves un tipo entrando con una escopeta a una escuela matando niños a mansalva, sino apenas  la estatua de la libertad tu cultura necesita un refuerzo. La ausencia de cultura es una limitación. Las imágenes con las que construís un sustento para tus palabras representan tu cultura.  Si a vos te dicen miedo y te aparece una capa negra con un rostro oscuro, tu imagen data de cuando te hablaron del cuco. 

Si lees «miedo» y te recordás temblando ante el ataque de ansiedad sos un ser de este tiempo. Post pandemia. Afirmo que una persona culta es quien puede colocar más imágenes a los conceptos que guardan las palabras, es decir: quien puede poner más significados a las definiciones es alguien culto. Cuando entre varias personas las palabras representan las mismas imágenes esas personas poseen la misma cultura.  Explico todo esto porque voy a escribir la palabra “viajar”.  En Lisboa, hay miles de miles de personas sacándose una foto en la torre de Belén. Les parece que de esa manera pueden afirmar que han viajado. En la explanada en la que puedes bajar caminando al río Tejo y mojarte hay una familia de Hindúes que se sacan una selfie tratando que no salga la familia japonesa que está detrás que a su vez se saca una foto tratando de que no salga los africanos musulmanes quienes se sacan una foto tratando de que no salgan los ingleses o los alemanes que se sacan una foto tratando de que no salga yo. Un día algunos de ellos mostrarán una fotografía donde suponen que están ellos solos en Lisboa. Dirán tal vez que Lisboa es una ciudad antigua con un puerto. Y no le errarán a la

etimología. Solo que mi viaje descubre que Lisboa es un lugar donde todos los diferentes parecen encontrarse y convivir sin violencia. Yo observo esto que escribo. El día que mi padre me pagó el pasaje a Mozambique, antes de que cumpla mis 21 años, me dijo que viajar era como leer muchos libros. Te escribo esto a vos, escribo para que viajes conmigo. Respirá y subí al tren. La estación de trenes de Oriente, creada en 1998 por la Expo Europa, tiene cerca de 10 andenes y todos van a lugares distantes y diversos, incluso otros países.  Llega el tren anunciado a la hora prevista, cuando se detiene debes buscar el vagón que te tocó, ahí debés tocar un botón que hay en la puerta para que se abra. Al ingresar las personas dejan sus valijas en la entrada en lugares donde todas se apilan ¿Quién va a robarte en Portugal? Buscás tu asiento que tal vez este en el piso superior y tal vez cerca del vagón restaurant, ahí te acomodás y podés colocar una mesa para usar la computadora con el wifi del tren. Un botón te permite bajar la cortina de la ventana. Todo es bastante silencioso. El tren viaja a 200 kilómetros por hora, pero no se bambolea. 

En tres horas que el tren se fue dirigiendo para el norte me vuelve la misma pregunta que me hice hace 14 años. ¿Dónde están los europeos? ¿Por qué un lugar tan pequeño parece inmenso? ¿Dónde están los hacinamientos? ¿Por qué los pueblos del interior son tan bonitos? ¿Por qué todo es tan cuidado? ¿Qué han aprendido que nosotros no? ¿Fue la guerra? ¿Por qué los países de América Latina siempre están colapsados, sucios, desordenados y tenemos muy poca población? Por qué los ricos de Ámerica latina son tan resentidos.  Porque copiamos el resentimiento ese y lo multiplicamos. El tren llega a Aveiro donde bajamos para hacer la combinación para Águeda. No tengo idea dónde es ese lugar, la persona que me contrató me dijo que puede ir a buscarme a la estación y llevarme a donde me presentaré. La información que tengo es que Águeda es un ciudad donde el festival durará 23 días, se llama «AgitaÁgueda», y van personas del mundo todo a verlo. En mi imaginación la ciudad es un hervidero, una ciudad gigante. No se porque estoy pensando en Milán. Buscamos la plataforma donde saldrá el tren a Agueda. En ella hay un tren rojo de 3 vagones, es un

antiguo tren a diesel que está sacando humo. Yo no sé que de aquí a poco mi cultura va a expandirse,que lo que voy a vivir es importante para ampliar las imágenes con que ciertas palabras van a nutrirse. La palabra Portugal va a crecer. Es por primera vez que me pregunto a dónde estoy yendo. Allí percibo que el tren rojo es el que me llevará. Subimos. El guarda se acerca y me pide los boletos. En el vagón hay 2 personas más. Abro mi tablet para buscar la imagen de mis boletos. El me pregunta si los compré por internet. Afirmo. Toca el aparato que tiene en la mano, nos mira y nos pregunta si somos Rosi y Sergio. Vemos como se dirige al vagón de frente y como se mete en la cabina del conductor, entonces el tren  comienza a andar rumbo a Águeda. Es solo una vía. No hay otro al lado, o va o viene. Observo el plano que hay dibujado y veo que son 11 paradas, a los 3 minutos se detiene. Giro la cabeza y veo dos personas sentadas debajo de un alero.  Saludan al conductor.  Esa fue la primer estación. Luego todo es un viaje encantado entre bosques de eucalipto y geografías  campestres que me recuerdan el tren del fin del mundo en Ushuaia.

El conductor a veces toca bocina. Nada separa las terrenos de la vía. Son casas de campesinos. Cabras y verduras. Veo una decena de zapallos gigantes sin cosechar salpicando de naranja los posteriores maizales.  Las casas de campo simples bordean la vía. Ahí se instala claramente un concepto que vengo macerando con el tiempo. Europa es más que nada y sobre todo un continente lleno de campesinos. Personas que aun se sorprenden con cosas simples y que las sostienen. Si has viajado por Europa te invito a contradecirme. Esto es Europa. Digo esto mientras me vienen los recuerdos de atravesar la provincia Santa Fé donde los sojeros en sus camionetas plantan la planta maldita hasta el borde de la carretera. Digo esto mientras me recuerdo entrar al supermercado y ver que ciertos quesos afirman que ese producto fue hecho con vaca que pasta. Escribo esto mientras recuerdo como en Italia, desde una ventana, vi una vieja frente a miles de frascos y una olla  gigante donde había cocinado sus tomates para preparar el pomodoro para el resto del año.  Esto que veo me reconforta, me alegra. Esto es Europa y especificamente Portugal. En Lisboa podes tomarte un tren que en veinte minutos te deja en una playa oceánica

Al entrar al agua fría te escucharas el mar. Esta prohibido poner música. Cuando llegues a la parte honda abrirás los ojos y te veras los pies. Esto es Portugal. Cuando el tren llega a la estación de Agueda hay otro esperando. Solo aquí la vía se duplica. El que viene y el que va se encuentran. Águeda es más pequeño de lo que me imaginaba. Quien viene a buscarme no tiene que hacer ningún esfuerzo porque solo nosotros estamos esperando. Damos una vuelta de 5 minutos para ver toda la ciudad, los lugares donde habrá fiesta tiene cientos de paraguas de colores en la calle, haciendo de sombrillas. Este es mi último día en Portugal. Portugal, es una palabra cuya etimología refiere a Puerto y cal. Saber esto no lo define. Lo que significa Portugal se irá componiendo cuando sin queres sigan aflorando los recuerdos. Cuando lo indagues. En mi caso es muy probable que al pensar Portugal vea los ojos de Rita, una casi niña, la mejor conductora del mundo, que sacó de un callejón inundado de coches su camioneta sin un movimiento de más, fue ella quien nos contagió Lisboa, fue con ella que entré en falsos callejones sin salida, para que aprendamos a amar lo que ella amaba.  Ella es Portugal. Ella lo significa.

20 comentarios

      1. Hermoso relato Sergio , si se dice amigo en qué pensas??
        Es internacional como dice el profesor??
        Yo digo Argentina, digo Sergio Mercurio,gracias amigo por tu sensibilidad .

        1. Mario, gracias por tus palabras. Es curioso que vos me digas esto porque me sorprende y me choca.Yo me siento en argentina un actor cultural invisible. Observo tu gesto de amistad y me alegra

  1. Qué lindo relato amigo Mercurio!!
    Muy bueno lo de las palabras y sus imágenes!!!!

  2. Maria Eugenia Cestoni:
    Leo tus cuentos,y está mañana viajé ,con tu relato,por Portugal.Gracias.

  3. Vale rescatar las mejores cosas de las cosas. Un país no es una cosa, pero tiene cosas, es bueno quedarse con lo bueno y en este relato tan bueno resaltan las cosas buenas, lo he leído con placer. Deseo que hayas disfrutado tu estadía y fundamentalmente se reconocido tu tarea como se merece. El relato ha enriquecido el conocimiento que tenía de ese país con su cosas buenas y otras no tanto, me quedo con las primeras, gracias. Abrazo.

  4. Bueno este relato me gusto mucho, no tanto los anteriores en Portugal, puede ser porque al regresar uno se encuentra mas tranquilo, porque acá deja hondos afectos que pueden afectar la normal escritura. Te felicito.

  5. Me interesó mucho esto de las palabras, y un hallazgo en la definición cultura: según la cantidad de imágenes que vienen a tu mente cuando mencionás una palabra. Creo que es un ejercicio que usamos los docentes cuando debemos definir la palabra «palabra» . Lo interesante de todo esto es que por más que todos lo relacionemos con el mismo nombre de la imagen, la imagen siempre es distinta. Y las referencias, y las citas, recuerdos, etc.etc. Bueno, todo lo que explicás en este relato sobre Portugal. Tomo esta definición que mencionaré con cita de autor. Abrazo

    1. Ale querido, es por esto que comentas es que el gran desafio es reconocer la debilidad. Somos un bambu disfrazado de tronco. Un honor que usted me cite

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